En tiempos de incertidumbre, la mejor manera de predecir el futuro es crearlo. Sin embargo, ¿dónde aprendemos a crear futuros? No hay una asignatura en la escuela que invite a los estudiantes a diseñar el mundo en el que vivirán o a desarrollar soluciones a los problemas de su presente. Ante este dilema, es clave la labor de sus docentes y su disposición para despertar su curiosidad con propuestas innovadoras que potencien el hacer como forma de aprendizaje. En el marco del regreso a clases, desde Educabot reivindicamos la idea de poner manos a la obra y ser protagonistas de las transformaciones que necesitamos para construir el mundo y la educación que queremos. Según datos de la UNESCO y consultoras internacionales, el 65% de los estudiantes de entre 6 y 9 años trabajará en empleos que aún no existen. Es por ello que insta a las escuelas a producir más estímulos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. ¿Cuál es la clave? Potenciar su talento creativo e innovador. En este sentido, estamos convencidos de que la cultura maker da lugar a la creación y potencia los intereses de estudiantes, de docentes y de toda la comunidad educativa. Esta cultura se basa en propuestas que empoderan a las personas a través de la innovación y el conocimiento abierto, de modo que se puedan crear y recrear productos y hacer realidad bocetos, diseños, ideas sin incurrir en grandes inversiones. No es sólo hablar del clásico “hágalo usted mismo”, sino de incorporar propuestas pedagógicas que permitan a cada estudiante desarrollar distintas competencias y habilidades que se requieren en los procesos del enseñar y del aprender del siglo XXI. La robótica y la programación son un camino para lograrlo, porque nos invitan a crear y a poner lo que aprendemos en acción. Cuando un docente incorpora estas herramientas en sus clases, más allá de la asignatura o disciplina a la que se dedica, permite que sus estudiantes aprendan cómo dar vida a un robot que solucionará un problema. Para hacerlo, antes tuvieron que analizar cuáles son sus causas, cómo es el contexto y quiénes intervienen, para luego utilizar los recursos disponibles para diseñar prototipos, testearlos, evaluarlos y re-configurarlos hasta cumplir con nuestro objetivo. Si bien la Educación Digital es obligatoria desde la aprobación de los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (2018), su implementación se ha visto desafiada por la pandemia, por el surgimiento de nuevas pedagogías y por las grandes transformaciones en la industria digital de los últimos tiempos. En este marco, no sólo los gobiernos tienen la responsabilidad de acompañar a los docentes, sino que podemos hacerlo también desde el sector privado. En Educabot estamos convencidos que para desarrollar soluciones educativas es clave conocer cómo las usan los docentes. No sólo los incluimos en nuestro proceso de investigación y desarrollo, sino que también ofrecemos espacios de formación para que puedan sacar el máximo potencial de cada herramienta. Uno de los aspectos que consideramos clave es poner a disposición de las escuelas, organizaciones que nuclean instituciones educativas y gobiernos cursos gratuitos o espacios para explorar el potencial de las tecnologías. Este es el caso de Maker Academy, una propuesta formativa que impulsamos desde Educabot con el propósito de acompañar a todos los docentes que quieran desarrollar habilidades para enseñar robótica y programación en el aula, promoviendo el aprender haciendo como camino. No se trata sólo de que los docentes aprendan a usar tecnología, sino que enseñan a sus estudiantes a crear sus propios proyectos a partir de problemáticas reales de su vida cotidiana. La clave es articular lo que sucede en la escuela con los desafíos que plantean, en la actualidad, los escenarios digitales. ¿Cuáles son los desafíos que debemos enfrentar para incorporar la cultura maker en la educación? Aprender a aprender: no se trata sólo de dominar un campo de conocimiento, sino también de desarrollar procesos y estrategias cognitivas y metacognitivas que nos permitan reaprender constantemente. Aprendizaje a lo largo de la vida: la escuela es un momento privilegiado para aprender, pero en contextos dinámicos tenemos la necesidad de actualizar permanentemente nuestros conocimientos, habilidades y criterios. Alfabetización ampliada: saber leer, escribir y comprender conceptos matemáticos elementales, es sólo un paso en lo que hoy entendemos por alfabetización. Este concepto se amplía a nuevos campos, como el de la comunicación mediada, el multimedia en red, las nuevas pantallas, etc. La opción de generar entornos de aprendizaje basados en las tecnologías de la información y la comunicación superando las barreras espacio temporales y facilitando, además de los métodos de aprendizaje personalizado, el aprendizaje colaborativo. Un nuevo rol para la docencia: tal como mencionamos, se trata de un perfil orientado a competencias, que pueda diseñar e impulsar propuestas de enseñanza centradas en el estudiante para el desarrollo de nuevas habilidades, más allá de los contenidos disciplinares. Desde Educabot queremos acompañar a los docentes para que sigan generando huellas profundas en los aprendizajes, a partir de la experimentación, la reflexión, el pensamiento lógico y crítico y el trabajo con pares. La robótica y la programación son un camino que atraviesa disciplinas con el objetivo de promover habilidades necesarias para insertarse en el mundo complejo e incierto de hoy y para construir un mañana lleno de oportunidades. Bio Anabela Cathcarth es Coordinadora Pedagógica de Educabot y Licenciada en Diseño Multimedial por la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Además, es docente de pensamiento computacional, programación y robótica, y programadora de interfaces interactivas y de aplicaciones.